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· DE LA REAL MAESTRANZA DE CABALLERÍA DE RONDA ·

Ronda, 25 de noviembre de 2024

Real Maestranza

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¿Por qué no hay Corrida Goyesca? Breve introducción al estado actual de la Plaza de Toros de Ronda.

«El video «¿Por qué no hay Corrida Goyesca?» es un extracto del coloquio “La tauromaquia española a través de cuatro generaciones”, realizado el 6 de septiembre en la Real Maestranza de Caballería de Ronda. Antes del coloquio, Ignacio Herrera de La Muela, director general de la Maestranza, hizo una intervención sobre el estado de conservación de la Plaza de Toros. El video analiza los problemas técnicos y estructurales que han afectado la celebración de la Corrida Goyesca, basándose en estudios recientes. Además, explora la importancia histórica y cultural de la plaza y su impacto en la comunidad local y el turismo».

Toreros históricos en la Plaza de Toros de Ronda (XXX). Roque Miranda «Rigores», el torero miliciano (I)

Su primer protector fue el gran Jerónimo José Cándido, cuñado de Pedro Romero. Personalidad del mundo taurino que se involucró en el convulso período de enfrentamientos fraticidas entre liberales y realistas que marcarían el siglo más revuelto de la historia contemporánea de España, en paralelo a la evolución de la fiesta de los toros, que se mantenía inalterable en medio de los conflictos.

Toreros Históricos en la Plaza de Toros de Ronda (XXIX). José Lara «Chicorro», el torero que cortó la primera oreja.

urante una de las epidemias de cólera que golpearon España durante el siglo XIX, en 1885 la Hermandad de los Gitanos de la parroquia de San Román de Sevilla, impulsada por su mayordomo, sacó por primera vez en procesión al Cristo de la Salud para rogar por el fin de aquella pandemia. El mayordomo era un torero, natural de Algeciras, afincado en Sevilla por esas fechas que atendía por José Lara, conocido como Chicorro.

Toreros históricos en la Plaza de Toros de Ronda (XXVII). Francisco González «Panchón», discípulo de los Romero

Fue el primer torero cordobés que alcanzó cierto relieve. Con doce o trece años actuó en la arena de Ronda, a las órdenes de Pedro Romero. Nacido en 1784, en los últimos años del reinado de Carlos III, desde pequeño demostró grandes virtudes en el trato con reses bravas en la corraleja del matadero, hasta el punto de llamar la atención de un personaje singular, el vizconde de Sancho Miranda. Este caballero, que alanceaba toros y ejecutaba la suerte suprema de una manera que admiraba el propio Pedro Romero, y que llegó a criar un toro bravo en su palacio, fue quien se lo recomendó al maestro, que en aquel tiempo, auspiciado por la Real Maestranza, mantenía una escuela en la casa de matanza rondeña para formar a jóvenes como banderilleros y peones. Hacia 1793 incluyó a aquel joven ágil y fuerte para las funciones de la feria de Ronda. Ese mismo año eran guillotinados Luis XVI y María Antonieta y se declaraba la guerra del Rosellón entre Francia y España.

Lo más visto en el blog de Plaza y Museo de la Real Maestranza de Caballería de Ronda en 2021

En la Real Maestranza llevamos a cabo un plan renovable de difusión de sus contenidos, actividades y novedades a través de ocho páginas webs, tres blogs específicos sobre Cultura, Equitación y Turismo, así como distintos canales en las redes sociales, todo ello con el objetivo de seguir trabajando por el principal objetivo de la institución: conservar y difundir su legado histórico.
Desde el equipo de la RMR nos hemos fijado en lo que mas interés ha despertado en vosotros, y os traemos #LoMásLeído de nuestro blog en 2021.

Sala de Historia de la Tauromaquia. Jugando al toro de Enrique Mélida

Goya o Ramón Bauyeau tienen obras con este motivo tradicional en los juegos infantiles. En el caso que nos ocupa la escena no transcurre al aire libre, sino en el salón de una mansión, en la que solo hay un niño vestido de torero que sostiene un capote acompañado de familiares y visitantes, uno de los cuales, cubierto con una cabeza de toro de mimbre se dispone a cumplir su función.

Toreros históricos en la Plaza de Toros de Ronda (XXVI). Gonzalo Mora, el torero con hechuras

El 20 de mayo de 1852 tomaba la alternativa en Ronda un torero madrileño junto a los gaditanos Francisco Ezpeleta y Manuel Díaz Lavi, veteranos diestros en el ocaso de sus carreras. Ese doctorado no sería reconocido por torear novillos después, y Gonzalo Mora tuvo que ratificarla posteriormente. En su obra El Toreo, el que fuera director de la revista La Lidia José Sánchez de Neira comienza la semblanza que le dedica diciendo que “era el tipo que marca una época del torero de este siglo”. Se refería más bien a sus “hechuras”, más allá de sus cualidades en las plazas: echao pa lante, amable con todos, generoso, requebrador de niñas y galanteador de mozas de rumbo, jacarandoso en el baile, derechito, con gracia y bien vestido.

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