Picadero de la Escuela de Equitación. Foto Juan Jesús Pan. Archivo fotográfico RMR
En el área de visita que ofrece la Real Maestranza de Caballería de Ronda, junto a su Plaza de Toros y salas museísticas, se incluye el Picadero de su Escuela de Equitación. Cuando la institución nace en 1573 bajo el nombre de Cofradía del Espíritu Santo, enseguida se establecen disposiciones y ordenanzas para la cría y conservación de caballos para la guerra y la enseñanza de la monta a la jineta o gineta. Maestranza es sinónimo de escuela. Es por tanto la escuela más antigua de España y la segunda de Europa, creada solo un año después de la famosa Escuela Española de Equitación de Viena.
Alumnos de la Escuela ejercitándose en el Picadero. Foto Juan Jesús Pan. Archivo fotográfico RMR
El recinto de estilo dieciochesco del Picadero tiene 46,23 m de largo por 22,59 m de ancho, con la cubierta decorada con los escudos de armas de las familias maestrantes. Dispone de dos galerías elevadas desde las que el público puede observar en ocasiones las evoluciones y ejercicios de los alumnos, generalmente sobre caballos españoles de pura raza, en la disciplina de doma clásica. Este espacio se complementa con las instalaciones que la Escuela tiene cerca de los Baños Árabes junto a las murallas de Ronda. Centro de equitación de los más prestigiosos y exigentes de España, que imparte clases para futuros profesionales.
Perspectiva de la Galería Ecuestre. Foto Juan Jesús Pan. Archivo fotográfico RMR
En las dos galerías se disponen cinco paneles ilustrados que ofrecen información sobre el origen de la equitación, las particularidades del caso español en esta disciplina, una relación de los maestros, tratadistas y escuelas históricas principales, así como las especificidades y bondades del caballo español, del que William Cavendisch, duque de Newcastle (1592-1676), dijo: “Es el caballo más noble del mundo, el más hermoso que pueda ser. Es de un gran espíritu y de gran valor y dócil, tiene el paso más soberbio, el trote más orgulloso, el galope más altivo y es el más apropiado para un rey en su día de triunfo”.
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Como elemento especial, en la galería superior se expone la réplica de la parte frontal de una pieza que forma parte del conjunto de esculturas ibéricas de Porcuna, cuyos originales se exhiben en el Museo Íbero de Jaén. El estilo se sitúa entre el período final de la escultura griega arcaica y el principio del período clásico.
Réplica del jinete del Museo Íbero. Archivo fotográfico RMR
El nombre de la pieza es “Jinete ibérico desmontado atravesando con su lanza al enemigo caído”. Representa a un guerrero noble que va al combate montado, y que al llegar al campo de batalla, baja de su montura y lucha a pie. Pertenece a un tiempo en el que el caballo era más una posesión de prestigio que un elemento táctico de combate.
