Veinte días a partir del 20 de mayo, eran los días designados por concesión real para la celebración de una feria franca en la ciudad de Ronda, tradicionalmente conocida como la Real Feria de mayo. Un privilegio a través de un albalá de Fernando el Católico en Valladolid a 18 días del mes de enero de 1510 y posteriormente confirmado por su hija, Doña Juana en Madrid a 9 de marzo de dicho año.
Confirmación del privilegio de la feria por Doña Juana, 1510
Los Reyes Católicos consolidaron y potenciaron las grandes ferias urbanas de realengo (Medina del Campo 1444, Sevilla 1466). Como otros hechos económicos y sociales de época moderna, hunde sus raíces en las ferias medievales, eventos que tendrán un peso específico en la economía local de principales villas y ciudades castellanas[i].
Desde el siglo XIII al siglo XIV, en Andalucía en zonas de repoblación, la necesidad de abastecimiento y de comercio favoreció la fundación de ferias, otras, en la zona oriental reconquistadas con anterioridad, las celebraban gracias al fuero otorgado, en el siglo XV, algunas obedecían a intereses señoriales. Ya sea por estas u otras circunstancias históricas, todo estaba encaminado a alcanzar los beneficios económicos y sociales que generaban estas ferias, importantes tanto para la corona, como para los concejos municipales.
Se propiciaba una actividad comercial y mercantil, que no en pocas ocasiones, podía volverse continua, desbordando las fechas propias de las ferias. La corona no era ajena a toda esta empresa y aumentó su control, especialmente el fiscal, siendo la única institución legitimada para crear o mantener ferias y mercados.
En el caso de Ronda, el privilegio real era de una feria franca, es decir, se le otorgaban franquezas que les eximía del pago de impuestos, recayendo en las alcabalas o parte de ellas, “….en cada un año para siempre jamas se pueda hazer y haga enlla dcha ciudad de Ronda una feria franca por termyno de veinte dias que, comiencen desde veynte dias de mayo de cada un año para que todas las mercadurias y otras cualesquier cosas que a la dcha ciudad y sus arrabales llevaren a vender e vendiesen e trocasen e cambiaren ally por menudo como por granado qualesquier personas que no sean vezinos de la dha ciudad y sus arrabales de cualquier estado o condicion que sean durante el tiempo de la dicha feria sean francas (de pagar) y que no paguen alcavala alguna…”
Confirmación del privilegio de la feria por Doña Juana, 1510
Debido también a la fiscalidad, era habitual celebrar dichas ferias en los arrabales o extramuros para evitar el pago de ciertas cargas al entrar por las puertas de las ciudades[ii].
En su origen la feria de Ronda se celebraba en el Barrio de San Francisco, zona en la que también se desarrollaban las funciones y manejos con el caballo que realizaba la nobleza local, miembros de la Cofradía del Espíritu Santo, origen de la actual Maestranza. Siglos después, favorecida por la construcción del Puente Nuevo, la feria mudó al Barrio del Mercadillo, una vez aquí se ubicaría en diferentes espacios urbanos. Un cartel de feria de finales del siglo XIX, lo recoge de la siguiente manera: “(…) para utilizarlas en provecho de éstos [criadores y negociantes] frescas y abundantes yerbas en la dehesa llamada del Mercadillo, por cuya falda corren, como es sabido por los que conocen las circunstancias de este predio, las limpias y abundantes aguas del Guad-Alcobacin (…)”. Las exenciones fiscales también se mantuvieron a lo largo de los siglos, “A los criadores y negociantes de ganado puede decirles que tendrán (…) franquicia general y absoluta, sin ninguna clase de gravamen, ni de derechos en la ventas y transacciones (…)”. Este tipo de eventos producían en el núcleo urbano una actividad económica de la que se carecía el resto del año, atrayendo a gran número de personas y viajeros, de hecho, se aumentaban el tránsito de “góndolas y faetones que corren desde la estación de Gobantes, en la línea férrea de Córdoba a Málaga, a esta población, doblarán sus expediciones en los expresados días”.
En siglo XVIII la ciudad mantuvo su categoría de centro comarcal de intercambio, donde destacaba la actividad ganadera, advertir el hecho de que el ganado yeguar superaba al de las bestias de trajín, puede que motivado por las necesidades de instituciones como la Real Maestranza. Aspectos que tuvieron que influir en el desarrollo de las dos ferias de la ciudad (mayo y septiembre). Los beneficios producidos, en particular por la feria de mayo, de la cual la corona cobraba un cuatro por ciento de todas las mercaderías y la ciudad un arbitrio de un dos o tres por ciento, fueron claves para el desarrollo urbanístico de la ciudad. En el siglo XVIII en Ronda, predominó la obra pública y estos arbitrios se usaron en la reanudación de la construcción del Puente Nuevo y el acueducto de la Hidalga[iii], como veremos en la relación de documentos del archivo.
Cartel anunciador del programa oficial de Feria de Mayo de 1875, Fondo Archivos Privados y Familiares
La organización de espectáculos y actividades lúdicas fueron otros aspectos que se fueron introduciendo los días de feria de mayo 20, 21 y 22. No en vano, la Real Maestranza inauguró su plaza de toros en la feria de mayo en una función taurina, en la que lidiaron toros las figuras del momento; Pepe Hillo y Pedro Romero.
Carta de Pepe Hillo a Pedro Romero sobre la función de mayo en la plaza de toros de Ronda, Sevilla 17 de abril de 1784, Fondo Propio
La feria siempre mantuvo un carácter comercial y ganadero. En el siglo XIX, surge un aspecto más lúdico y festivo, el concepto de feria, unido a fiesta, es algo muy contemporáneo que no existía en otros tiempos[iv]. Curiosamente, Moreti nos dice que en el siglo XIX, la feria no era la de antaño, donde había abundancia de ganados y comercio, sobre todo a consecuencia de las infinitas ferias que se celebraban en otras poblaciones e incluso por estos años también se celebraba la de septiembre que competía con la de mayo. Pero resalta la buena ganadería de toros y “vacadas acreditadas”, para correrlos en los días de feria de mayo en la plaza. En esta época, la feria se desarrollaba, en la calle de S. Carlos, Plaza del Puente y Calle de Puente Nuevo y Tendezuelas, donde se ubicaban las tiendas fijas y portátiles. En el mismo sentido opina Lozano, que apunta un hecho curioso, tras la llegada del ferrocarril y supuestamente una mejora en las comunicaciones con la ciudad, la feria perdió gente, preguntándose el por qué, pero sin dar más información al respecto. Sea como fuere, la Real Feria de mayo durante siglos fue la feria más importante de la ciudad y su ámbito geográfico de influencia.
Relación Documental sobre la Real Feria de mayo
Con esta breve introducción histórica solo pretendemos contextualizar la documentación histórica que se conserva en el archivo de la Real Maestranza relativa a la Real Feria de mayo. Presentamos una relación de documentos históricos, a los que se podría añadir otros contemporáneos como cartelería, fotografía…etc., sin embargo, nos ceñiremos a aquellos que designamos como fuente de información primaria. Este tipo de documentos constituyen la materia prima de Historia. Las fuentes primarias, en la mayoría de los casos son originales, algunas de ellas poco conocidas y prácticamente se produjeron al mismo tiempo que los hechos históricos o los propiciaron, sin modificación alguna posterior.
En esta relación encontramos documentos con funciones diversas, aquellos relacionados de forma directa con la feria, como la concesión del privilegio, el control fiscal del comercio de mercaderías y establecimientos y otros indirectos sobre los productos de la feria, los arbitrios, esenciales para la obra pública. Nuestro objetivo con esta y otras entradas de blog, no es más que la difusión de estas fuentes de información para incentivar su consulta e investigación histórica.
Documentos Real Feria de mayo de Ronda
Fondo de Archivos Privados y Familiares RMR
Signatura: Leg.789-C8
Real Cédula de la reina Doña Juana, confirmando el privilegio de una feria franca en Ronda en el mes de mayo.
Fecha: Madrid 9 de marzo de 1510
Soporte: pergamino
Signatura: Leg.748-C27
Recibos correspondientes a la libranza de arbitrios, del dos por ciento de la feria de mayo por los que se abrieron el arca de tres llaves.
Fechas: 18 de agosto de 1637
Signatura: Leg.749-C16
Provisión Real para que todas las mercadurías que vinieren a la feria se traigan a vender a la plaza y que ningún particular arriende ninguna tienda hasta que la ciudad haya arrendado las suyas, se adjunta autos y otros instrumentos.
Fechas: Madrid 10 de noviembre de 1607 18 de mayo de 1647
Signatura: Leg.818-C5
Carta que Cristóbal de Avilés dirige a la Condesa de Frigiliana sobre tributos de la feria de mayo de 1644 y cuentas con Alonso de Tapia Gadea sobre el ganado de cerda comprado en la feria de dicho año.
Fechas: Ronda 24 de enero de 1644
Signatura: Leg.747-C32
Real Cédula dada por la que se prorroga a esta ciudad de Ronda por dos años o menos, el tiempo que fuere necesario, los arbitrios que está usando, de sembrar el prado y llanos de la Fuente de la Arena y el dos de por ciento de lo que se vendiere en las ferias para el pago del donativo de 25.000 reales.
Fecha: Madrid a 10 de julio de 1668
Signatura: Leg.749-C21
Real Provisión dada para que los mercaderes que vinieran en feria de mayo y septiembre con despachos legítimos, no se les visiten sus géneros.
Fecha: Madrid a 17 de diciembre de 1698
Signatura: Leg.791-C33
Relaciones, por solicitud del corregidor de Ronda, sobre la distribución de lo recaudado por el arbitrio, del dos por ciento, de las últimas ferias, desde mayo de 1737 hasta la de septiembre de 1743.
Sin fechar
Signatura: Leg.792-C17
Copia simple de las cuentas de la feria del año de del cuatro por ciento, relacionadas con la construcción del Puente Nuevo de Ronda
Fecha: sin fechar, aproximada junio 1744
Signatura: Leg.789-C20Cédula de confirmación en favor de la ciudad de Ronda y sus propios, por la que se confirman los oficios siguientes y otras cosas; fieles ejecutores, alcaldes ordinarios, mayordomo de propios. La jurisdicción de todos los lugares, una feria franca en el mes de mayo, las cuatro dehesas del tercio que están en el término de Cortes.
Fecha: El Buen Retiro 13 de agosto de 1753.
Signatura: Leg.749-C22
Real cédula dada para que el ayuntamiento de esta ciudad de Ronda aplique a los gastos de los soldados de milicias los productos en venta de 574 fanegas de trigo existentes en el pósito y los 17.561 reales que había para el puente y carnicería, y que el corregidor remita testimonio del producto de feria de mayo de 1751, 52 y 53 e informe si esta ciudad tiene en los montes de Cortes las 4/5 partes, si los disfrutan los vecinos de ambos pueblos.
Fechas: Madrid a 4 de mayo de 1754
Signatura: Leg.77-doc.19
Cartas y documentación contable de Diego de Cañas y Silva relativa a la construcción del puente, con los arbitrios de la Feria de mayo.
Fecha: 28 de octubre de 1785 – 21 de diciembre de 1787
Signatura: Leg.77-doc.65
Reparos a las cuentas de propios de 1789 y cuentas del tres por ciento de la feria de mayo que se entrega para la obra del Puente Nuevo
Fecha: 1792
Signatura: Leg.794-C5
“Instrumentos correspondientes al arbitrio de feria de mayo aplicado a la obra de la Cañería de los manantiales de la Hidalga y Coca”.
Fechas: octubre 1793 – enero 1798
Signatura: Leg.791-C45
Copia de acta de cabildo del 22 de junio de 1902, presidido por José Aparicio Vázquez, para cambiar las fechas de las ferias de mayo y septiembre para que comiencen en festivo y para favorecer la visita de foráneos.
Fecha: 22 de junio de 1902
[i] Sánchez del Barrio, Antonio: “Comercio y ferias en tiempos de Isabel la Católica”, Fundación Museo de las Ferias, en Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes.
[ii] Laredeo Quesada, Miguel Ángel: “Las Ferias de Castilla siglos XII al XV”. Comité español de ciencias históricas, Madrid 1994.
[iii] Sierra de Cozar, Pedro:” Ronda en el siglo XVIII según las respuestas generales del catastro de Ensenada”. Colcc. Takurunna, Edt. La Serranía, 2009.
[iv] Cuellar, María del Carmen y Parra, Concha: “Las ferias medievales, origen de documentos de comercio”. Universidad de Valencia, 2001.