· ARTÍCULO ·
· BIBLIOTECA DE LA REAL MAESTRANZA DE CABALLERÍA DE RONDA ·
· FEBRERO 2018 ·

· FONDO HERÁLDICA Y GENEALOGÍA ·

Los heraldos que constituyen la antesala de los Reyes de Armas nacen durante el siglo XIV. Su principal misión era la de anunciar los principios y las conclusiones de las guerras. Su gestión, competencias y atribuciones van desarrollándose durante los siglos XV-XVI en que se perfecciona su cometido, ajustándose a la organización borgoñona que trajo consigo Felipe I de Habsburgo a España, y sucesivamente con el advenimiento de Carlos I.

Desde entonces sus atribuciones se amplían al registro de las armas, e inmediatamente a llevar las crónicas referentes a la vida del soberano. Posteriormente, en el siglo XVII comienzan a expedir certificaciones de genealogía. En España el cargo se mantuvo como institución palaciega hasta 1915 en que se le da un viso de otra dependencia, pero más bien en anuncio que en realidad. Definitivamente, en 1951 los Cronistas Reyes de Armas dejan de ser un oficio palaciego para convertirse en dependientes, no funcionarios, del Ministerio de Justicia.

Retrato de Luis Vilar y Pascual por Mariano Fuster

En 1859, Luis Vilar y Pascual (ca. 1820-1893), Cronista Rey de Armas de la Reina Isabel II, en el primer tomo de su Diccionario histórico, genealógico y heráldico, de las familias ilustres de la monarquía española, insertaba un breve texto en el cual recogía las obligaciones de los Reyes de Armas, y que a continuación reproducimos.

Página [9]

«Succedieron los Reyes de Armas á los antiguos Feciales Romanos, que eran los que publicaban las guerras y las paces en los ejécitos [sic]; cargo que tenian entre los Griegos los Caduceatores, y entre los Cartagineses los Clarines.

Julio César instituyó estas Dignidades que se daban á doce Caballeros antiguos que llevaban en las vestiduras las insignias del Principe, como hoy se usa, y ningunas armas ofensivas, porque éstos no peleaban, pero sí advertían y notaban los hechos valerosos de los soldados para que despues se les diese el premio á los beneméritos. Dióles nombre de Héroes.

Carlo Magno perfeccionó estos cargos y del nombre Héroes les llamó Heraldos.

Introdujéronse en la mayor parte del [sic] los Reinos de Europa para que sirviesen de intérpretes de sus Soberanos y cumpliesen con las obligaciones que hoy tienen, y son las siguientes:

Escribir de todas las Familias nobles de las provincias del Reino, apuntando los matrimonios é hijos que cada uno tenga, haciendo de ello árboles genealógicos y entronques, para lo cual se les confirió la privativa Real facultad.

Hacer que cada cual traiga las Armas que le pertenezcan de derecho.

Estudiar la Armería, de manera que entiendan las causas por que se dieron á cada familia, y las puedan esplicar [sic] cuando se les pida declaración, certificación ó Real despacho; sentándolo todo en su libro de minutas.

Poner en memoria todos los hechos de Armas que en el Reino pasen y asimismo los mensajes, recados, viajes y fiestas, especificando los actos de cada cosa como en verdad pasaren.

Asistir en las inauguraciones de los Reyes, actos de Córtes, en-» [sigue]

Página [10]

«tradas solemnes de ciudades, y en los ejércitos cuando los Principes se hallan en ellos.

Acompañar en los actos públicos á aquellos á quienes los Reyes dan nuevos Títulos.

Asistir á la comida de los Soberanos y cuando van á fuera de la Corte; y finalmente en los entierros y exequias de las Personas Reales.

Por todo lo cual juran servir bien y fielmente toda su vida á SS. MM., que en cualquier manera ó tiempo que sientan daño ó provecho del Monarca, que á su Oficio toque y pertenezca lo revelarán y dirán á su propia Persona ó á quien por ella les fuese mandado; que en todos los actos harán verdaderas y fieles relaciones y testimonio, sin quitar, acrecentar, ni menguar cosa alguna por prometimiento, dádiva, ni respeto, lo mismo que á la honra, loor y fama de cualquier persona; y que si recibiesen algun bien ú honra de un Príncipe, Rey ó Señor á quien por S. M. fueren enviados se lo manifestarán: y últimamente, que guardarán la justicia y derecho que en el regimiento de Armas de cada individuo toque y corresponda.

Estos Oficios los han concedido las Majestades casi siempre por oposición.

Derechos y obligaciones que han sido renovados por multitud de Decretos y ejecutotriados [sic] por Sentencias de la Audiencia de esta Córte, y se dejan ver en los juramentos que prestan al tomar posesión del Oficio.»

Portada del tomo I

Ficha bibliográfica

Vilar y Pascual, Luis (ca. 1820-1893)
   Diccionario histórico, genealógico y heráldico, de las familias ilustres de la monarquía española : comprende los orígenes de los apellidos ó linajes de las familias de esta Nacion … condecoraciones que hayan gozado ó gocen sus individuos, con sus invenciones, escritos, obras y sus Escudos de Armas / escrito por Luis Vilar y Pascual. — Madrid : [s.n.], 1859-1860 (Imprenta de D.F. Sanchez á cargo de Agustin Espinosa)
   8 v. ; 23 cm
   Índice
   Contiene: t. I (474 p., [16] h. de lám.) — t. II (481 p.) — t. III (468 p.) — t. IV (477 p.) — t. V (478 p.) — t. VI (471 p.) — t. VII (485 p.) — t. VIII (479 p.)
   T. VIII escrito por Luis Vilar y Pascual y Juan Jose Vilar Psayla
   T. VII-VIII de la 2ª ed.
   T. VII-VIII editados por Libreria de Miguel Guijarro, editor
   T. VII-VIII impresos en Pinto por Imp. de G. Alhambra
   Signaturizado numéricamente
   Las h. de lám.: “M. Fuster” son retratos de Isabel II y el autor, escudos de armas y otros elementos heráldicos
Genealogía-España-Diccionarios
Heráldica-España-Diccionarios
Fuster, Mariano (fl. 1833-1905)
Vilar Psayla, Juan José
España-Madrid
Fondo Propio — CB1023510-CB1023517 — Enc. pasta española, nervios, tejuelos, hierros dorados en lomo — Etiqueta: “Manuel Miñambres, Libreria Moderna, Gran Via 6, Bilbao”