· ARTÍCULO ·
· BIBLIOTECA DE LA REAL MAESTRANZA DE CABALLERÍA DE RONDA ·
· MAYO 2020 ·
· FONDO LITERATURA DE VIAJES ·
El alemán Wilhelm Gail (Munich, 1804-Munich, 1890) fue un pintor de arquitectura y género formado en la Münchner Kunstakademie [Academia de Bellas Artes de Munich]. Tras ampliar su formación en el estudio de Peter von Hess (1792-1871), a la sazón su cuñado, viajó a Italia invitado por el barón de Malzen (1792-1867) para seguir perfeccionando su técnica.
Su estancia italiana se prolongó durante dos años (1825-1827), conociendo varias ciudades y lugares históricos. En este tiempo consiguió realizar sus dos primeras series litográficas, dedicadas a monumentos arqueológicos y escenas populares del país transalpino.
De regreso en Alemania, elaboró numerosos cuadros y grabados basados en sus recuerdos italianos, obteniendo un notable éxito de ventas. Tras una corta estancia en Francia, volvió a la península Itálica para seguir recopilando modelos para sus futuros trabajos.
En el año 1832 consiguió su anhelado deseo de visitar España (donde estuvo por espacio de más de un año), pasando gran parte de su tiempo en Granada, Sevilla y Córdoba. Gracias a sus conocimientos previos de arquitectura y perspectiva, durante su estancia española pudo analizar los monumentos árabes, las catedrales y las corridas de toros, obteniendo un extenso material que le permitiría desarrollar numerosos proyectos posteriores.
Tras regresar a su ciudad natal en 1833, ya no volvería a pisar suelo extranjero. Su experiencia española se vería inmediatamente reflejada en la ejecución de varios grabados de la Alhambra de Granada, la Mezquita de Córdoba y la Catedral de Toledo, consiguiendo una gran acogida.
«Erinnerungen aus Spanien» (München, ca. 1837)
Portada · Biblioteca-RMR
Finalmente, en 1837, bajo el auspicio del Literarisch Artistiche Anstalt [Instituto Literario Artístico de Munich], vio publicados sus «Erinnerungen aus Spanien» [Recuerdos de España], una colección de 31 grabados acompañados con textos extraídos de sus diarios de viaje. La primera lámina del libro representa un arco árabe, en cuyo interior se recoge la dedicatoria al príncipe heredero de Prusia, el futuro rey Federico Guillermo IV (1795-1861).
A continuación, el frontispicio (cuyo motivo principal es el friso con el medallón de San Jorge del Palau de la Generalitat de Barcelona) inicia una primera serie compuesta por 20 láminas, numeradas en arábigo, que recogen vistas de monumentos de las ciudades de Tarragona, Valencia, Toledo, Córdoba, Granada y Sevilla; así como escenas de tipos populares, en localizaciones andaluzas, manchegas y valencianas.
El resto de grabados conforman una segunda serie de estampas, numeradas en romano, que recogen diferentes momentos de una corrida de toros celebrada en la plaza de la Maestranza sevillana. Paradójicamente, a pesar de que esta colección de grabados taurinos de Gail presenta una mayor relevancia artística que muchos otros conjuntos de la misma temática, quizás sea una de las que menos se conocen por el gran público.
Cuando Antonio Carnicero (1748-1814) ideó las 13 láminas de su «Colección de las principales suertes de una corrida de toros», publicada entre 1787 y 1790, primera de las series taurinas históricas, la descripción del festejo taurómaco alcanzó una relevancia sin parangón, ayudando incluso a su conocimiento y divulgación fuera de las fronteras nacionales.
La acogida por el público fue tan inusitada, que los originales del artista salmantino pronto convivieron con numerosas copias de autor anónimo e inferior calidad, excepción hecha de la réplica ejecutada por Luis Fernández Noseret (fl. 1793-1829) para la Calcografía Nacional publicada en 1792.
Con la llegada del siglo XIX se desarrollan nuevos proyectos que continúan versionando a Carnicero. En 1804 se produce la publicación de la segunda edición de la «Tauromaquia» de José Delgado, alias Pepe-Hillo (1754-1801), que contiene 30 láminas atribuidas a Asensio Juliá (1760-1832).
Una de las primeras series extranjeras fue la publicada en Londres en 1813 por Edward Orme bajo el título «Spanish bull fighting». Las 13 láminas dibujadas por el escocés John Heaviside Clark (ca. 1770-1863) calcan las ejecutadas previamente por Carnicero.
En 1816 se produce otro de los hitos de la iconografía taurina nacional, la edición de los 33 grabados que forman la «Tauromaquia» de Francisco de Goya (1746-1828), complementada en 1825 con la breve serie de Burdeos, que adquirirá una repercusión internacional gracias a los escritores franceses del siglo XIX.
Entre las versiones extranjeras herederas de la producida por Carnicero se encuentra también la serie de 13 estampas que realiza el parisino Victor Adam (1801-1866) para la publicación hacia 1834 de su «Combat de taureau».
Parece evidente que Wilhelm Gail tuvo conocimiento de algunas de las colecciones que le precedieron, si bien la serie alemana es de mayor estilo y finura que el maremagnum de copias que provocó la primigenia. Al comparar sus composiciones con las del autor español, es innegable reconocer ciertas similitudes en la concepción de algunos grabados.
La serie de Gail no está desprovista de la visión romántica del espectáculo y, por lo tanto, de su desnaturalización, colocando al torero como un héroe popular frente a las fuerzas de la naturaleza representadas en unos toros feroces y salvajes, alejados del tipo zootécnico que conocemos actualmente, pero que tampoco difieren tanto de los representados por otros artistas de la época, extranjeros y españoles. Como novedad, introduce algunos momentos previos como los preparativos en el patio de caballos o la oración antes de la lidia.
Sus litografías se caracterizan por una acusada expresividad, captando los violentos movimientos en su momento más álgido, presentando una gran riqueza de matices. Algunos grabados llevan junto a la firma la expresión «ad nat.» [del natural], con la cual el autor quiere hacer constar que las escenas representadas son fidedignas.
En todas las láminas los picadores están representados con mayor o menor relevancia, siendo los protagonistas centrales de la escena en cuatro de ellas, frente a tres de los toreros, lo que da a entender el peso que aún tenía en la lidia el binomio hombre-caballo.
En algunos grabados el alemán introduce el paisaje de fondo de la plaza, reconociéndose claramente la Catedral y su Giralda, haciendo evidente al mismo tiempo que la construcción del edificio taurino estaba aún por concluir. En contraste, el público que asiste al espectáculo es apenas perceptible.
A continuación se reproducen algunos de los grabados que forman parte de la serie taurina del libro de Gail, pertenecientes al ejemplar que conserva la Biblioteca de la Real Maestranza de Caballería de Ronda, esperando que la presente entrada sirva para dar mayor relevancia a la obra del autor muniqués.
I. Vorhof der arena des stiergefechtes in Sevilla
[Patio de la plaza de toros de Sevilla]
II. Gebeth vor dem stiergefechte
[Oración antes de la corrida de toros]
IV. Erwartung eines neuen angriffes
[Esperando una nueva embestida]
VIII. Die banderilleros mit dem mantel
[Los banderilleros con el capote]
X. Finale des stierkampfes
[Final de las corridas de toros]
Ficha bibliográfica
Erinnerungen aus Spanien / von Wilhelm Gail ; nach der natur und auf stein gezeichnete skizzen aus dem leben in den provinzen Catalonien, Valencia, Andalusien, Granada und Castilien, mit fragmenten maurischer und altspanischer architectur und veduten ; nebst erläuternden auszügen aus dem tagebuche des herausgebers. — München : Literarisch Artistische Anstalt, [ca. 1837]. — [1] h., VIII, 8 p., [1], 20, X h. de lám. : il. ; 45 cm.
Fondo Propio — CB1023239 — Enc. hol.
Para saber más:
Recuerdos de España / por Wilhelm Gail ; prólogo y traducción por Rafael Cabrera Bonet. — Ed. facs. — Sevilla : Dirección General de Espectáculos Públicos y Juegos, 2010. — XX, 8, 8 p., X h. de lám. : il. ; 31 cm. — D.L. M. 15050-2010.