Este espacio alberga cinco paneles informativos en los que se expone de forma didáctica el origen del caballo español de pura raza y el surgir de la doma, desde sus antecedentes en la Antigua Grecia, descritos ya por Jenofonte.
Además, la galería acoge el vaciado de la parte frontal del Jinete Ibérico, una pieza que forma parte del conjunto de Esculturas Ibéricas de Porcuna que se exhibe en el Museo de Jaén. Esta escultura representa a un guerrero noble que va al combate montado, en rango superior a los demás, que al llegar al campo de batalla baja de su montura y lucha a pie, puesto que en ese período el caballo es más un elemento de prestigio que un elemento táctico de combate. Entonces, no existía la caballería como tal, sino jinetes individuales pertenecientes a la aristocracia militar.
La evolución del adiestramiento del caballo
Las prácticas guerreras caballerescas características de la Edad Media dieron paso a un nuevo concepto de adiestramiento y la educación ecuestre de los jóvenes de la nobleza ya no se destinaba exclusivamente a la guerra o la caza. En el Renacimiento, se escriben numerosos tratados de equitación y se crean escuelas por toda Europa. En España, las primeras escuelas de equitación son las cofradías de caballeros creadas por Felipe II. La Real Maestranza de Caballería de Ronda es la pionera en 1573.
El Picadero de la Escuela de Equitación
Fue también en el Renacimiento cuando se comienzan a construir recintos cerrados, los picaderos, donde se practican los ejercicios y surge la doma clásica de alta escuela, con el caballo español como protagonista por la bondad de sus cualidades.
Por esa razón, la Galería Ecuestre debía alojarse en la ampliación del Picadero de la Escuela de Equitación de la Real Maestranza de Caballería de Ronda, y se ha concebido como un espacio abierto, de esta manera, el visitante puede tener la ocasión de disfrutar en vivo de los ejercicios que realizan los alumnos con sus caballos a diario.